viernes, 20 de julio de 2012

Sombras de sangre


Oh, ser de sangre, ser de vísceras, ser de huesos, ser de nervios, ser de la carne.
Oh, extraño animal caído, cuya muerte ha hecho nacer ángeles y dioses.
Oh, misterioso espécimen, que de tu putrefacción pudo aparecer un alma.
Oh, tú, rara cosa, que te amontonas de a miles,
cerca a por donde los ríos fluyen, a por donde la noche es menos fiera.
Oh ser de los dientes y la lengua, cuán diferente serías sin éstos.
Oh ser que quiere mover montañas, performar los relámpagos,
Y hacer desfilar a demás animales y plantas según tus veleidades,
Oh, ser que hasta a las piedras haces hablar,
Oh, ser que gritas oh al saberte humano.

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