Oh, ser de sangre, ser de vísceras, ser de
huesos, ser de nervios, ser de la carne.
Oh, extraño animal caído, cuya muerte ha hecho
nacer ángeles y dioses.
Oh, misterioso espécimen, que de tu
putrefacción pudo aparecer un alma.
Oh, tú, rara cosa, que te amontonas de a miles,
cerca a por donde los ríos fluyen, a por
donde la noche es menos fiera.
Oh ser de los dientes y la lengua, cuán
diferente serías sin éstos.
Oh ser que quiere mover montañas, performar los
relámpagos,
Y hacer desfilar a demás animales y plantas según
tus veleidades,
Oh, ser que hasta a las piedras haces hablar,
Oh, ser que gritas oh al saberte humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario