viernes, 28 de febrero de 2014

EL CRUCE

El cruce

Quiero escuchar mi blues. La música del diablo. Ir al cruce. Y hacer el pacto. Ellos no hablan de ello. Ellos regresan con una sonrisa anciana. Y el frío en la mirada. Blue jeans polvorientos. Han sido testigos. Y no hablarán de ello, antes les arrancarán la lengua. Olerán extraño, y sus manos sudarán. Y no tendrán sombra. Saldrán poco en el día. Preferirán la noche turbia. Y el ojo los seguirá todos los días de su nueva vida. Nunca morirán. Y tendrán el don, la gracia, el duende. Te mirarán como sabios. Les faltará un diente. Un aura única los hermanará. Se reconocerán. Los animales los reconocerán por lo que son. Espectros. Aprenderán todos los trucos. Regresarán habiendo atravesado mil tierras. Serán los hijos del desierto.
Chasquearán los dedos y harán que la lluvia venga. Podrán seducir corazones. Hablarán como niños grandes. El mar se alborotará ante su presencia. Las flores se marchitarán. No comerán. No defecarán. No dormirán. Son el alba en la cima de la colina. Los reconocerás por su público. Aplausos turbios y felicidad. Lobos solitarios. Nunca podrán ser enjaulados. Porque ellos serán la jaula. La muerte del espíritu. Serán las obsesiones de los ingenuos. Los santos que implacables arrasarán la tierra. Seré uno de ellos.



NAMAUHISUC SIUL